El Mobile World Congress de Barcelona es sinónimo de éxito. Una vez más, y ya van unas cuantas, la cita de telefonía más importante del mundo ha superado todas las expectativas. Unos 60.000 visitantes han pasado estos días por un salón que ha concentrado alrededor de 1.400 empresas. Un 20% más que el año pasado.
El sector se ha volcado con una salón que ha evidenciado la bipolaridad del mercado de telefonía móvil. Google y Apple ejercen de dominadoras, aunque Nokia y Microsoft han acaparado casi todos los focos de atención. Su alianza para comercializar móviles del fabricante finlandés equipados con Windows Phone 7 supone una amenaza para una industria cada vez más volcada con Android.
El 'software' de Google ha sido el auténtico protagonista de una feria que ha servido para volver a discutir sobre la inversión en nuevas infraestructuras de telecomunicaciones. Los grandes operadores, con Telefónica a la cabeza, reclamaron a los gigantes de Internet que invirtieran en mejoran las redes. Sin embargo, el presidente de Google, Eric Schmidt, hizo oídos sordos al llamamiento y emplazó a los gobiernos a mejorar las conectividades.
Otro de los rumores de esta feria ha sido la venta de Twitter a gigantes de la industria como Google o Yahoo. Todos han negado esa posibilidad, aunque Schmidt admitió entre risas que a él le gusta mucho 'tuitear'.
De hecho, la feria ha contado con la presencia de algunos de los peces gordos de la industria. El mismo Schmidt, Andy Rubin (Android), Stephen Elop (Nokia), Steve Ballmer (Microsoft), Dick Costolo (Twitter), Carol Bartz (Yahoo!), Vittorio Colao (Vodafone) y César Alierta (Telefónica) han acudido al Mobile World Congress para demostrar su cuota de poder dentro del sector. De hecho, la mitad de los asistentes a la feria han sido altos ejecutivos de compañías internacionales.
Como no podía ser de otra manera, ésta ha sido la feria de las tabletas. Las hay de todas las marcas y tamaños, aunque una de las estrellas es laSamsung Galaxy Tab 10.1, de 10 pulgadas y con el sistema operativo de Google, Honeycomb. El mismo camino ha elegido Motorola para entrar de lleno en el mercado de las tabletas, con su primer y ambicioso modelo Xoom como protagonista.
Sin embargo, la afluencia de asistentes al congreso ha vuelto a poner a prueba la capacidad de las redes de telecomunicaciones de Barcelona hasta prácticamente colapsar las infraestructuras de Internet WiFi y conexiones 3G. Ayer mismo, el presidente de Vodafone España, Francisco Román, reconoció que existe una contradicción entre las ordenanzas municipales, que impiden la instalación de nuevas antenas, y el deseo de seguir teniendo el congreso más importante del mundo de tecnología móvil. En junio, la GSMA -empresa organizadora del evento- deberá elegir entre París, Múnich, Milán o Barcelona como sede para albergar el congreso hasta 2017 y convertirse así en la capital de la telefonía móvil. En su balance final, el consejero delegado de la GSMA, John Hoffman, calificó de "extraordinaria" la edición que cierra sus puertas en la capital catalana.
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